La inteligencia artificial no nos hará tontos
Por Ricardo de Querol
Ciertas habilidades serán menos útiles, pero harán falta
otras. Alguna muy antigua.
28 NOV 2018 - 11:25 CET
Seguir leyendoReconozcámoslo: no sabríamos sobrevivir en una isla desierta, o nos costaría mucho más que a un sapiens del Paleolítico, no digamos un simio común. Sufriríamos para encender fuego con palos o piedras, habilidad que dominaban bien los neandertales. Más actual: las calculadoras nos han hecho perder la capacidad de hacer una división con muchos dígitos, que nuestros abuelos resolvían con lápiz y papel.Hace años que no memorizamos números de teléfono, ni siquiera de nuestra gente más cercana. Quizás pronto nos cueste orientarnos en las ciudades sin Google Maps ni Waze. En algo más de tiempo nos olvidaremos de conducir automóviles porque irán solos.“Tal vez nuestra inteligencia puede disminuir porque la de las máquinas crezca”, alerta Ranga Yogeshwar, físico y divulgador, para quien estamos atravesando una línea peligrosa: innovar sin entender los sistemas que creamos ni sus consecuencias. “El desarrollo de la inteligencia artificial nos fuerza a repensar qué somos y qué nos hace humanos”, dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario