viernes, 14 de diciembre de 2018

Crónicas marcianas

Hace poco, dos noticias conmovieron al mundo, especialmente a los fanáticos de la actividad aeroespacial: el exitoso aterrizaje de la misión Insight en Marte y el anuncio de futuras y ambiciosas misiones.

La nave que verá las entrañas de Marte llega a su destino
La misión InSight de la NASA aterriza en el planeta rojo
NUÑO DOMÍNGUEZ 27 NOV 2018 - 04:17

Recreación de la nave 'Insight' en la superficie de Marte. En vídeo, así fue el aterrizaje de la nave en Marte. 

La nave de la NASA ha entrado en la fina atmósfera marciana a 20.000 kilómetros por hora para sufrir los llamados “siete minutos de terror”, el tiempo durante el que ha tenido que frenar lo suficiente como para posarse en la superficie de Marte a la velocidad de una persona andando rápido. El aterrizador pesa 360 kilos, con lo que no ha podido usar el sistema de airbags que emplearon los robots Spirit y Opportunity, más ligeros. La nave ha aprovechado el rozamiento con la envoltura de gases marciana para bajar de velocidad hasta los 1.500 kilómetros por hora. Cuando estaba a unos 12 kilómetros de la superficie, ha desplegado el paracaídas. A 1.000 metros de altura, este se ha desprendido y han entrado en funcionamiento el radar y un sistema de inteligencia artificial que ha usado sus datos para controlar la intensidad de 12 retropropulsores para realizar la última fase de frenado hasta los ocho kilómetros por hora. El aterrizaje, tal y como estaba previsto, se ha registrado  a 20:54 de este lunes, hora peninsular española, y la primera señal de radio desde la superficie del planeta rojo ha tardado en llegar a la Tierra ocho minutos más.
 Todo el equipo de la NASA ha celebrado el éxito de esta primera fase de la misión, ya que se trataba de un complejo proceso de aterrizaje gobernado por "medio millón de líneas de código de programación". "Cualquier sistema que no funcionara o lo hiciera a destiempo podría haber echado a perder la misión”, ha resaltado Jorge Pla-García, astrofísico del Centro de Astrobiología (CAB) y operador de la estación meteorológica a bordo de la misión, que ha sido fabricada en España.


DAVID PARKER | DIRECTOR DE EXPLORACIÓN ESPACIAL, ESA
“Volveremos a la Luna en la próxima década e iremos a Marte en la siguiente”
Los viajes tripulados al espacio profundo solo se pueden lograr con colaboraciones internacionales, afirma el ejecutivo de la Agencia Espacial Europea
BRUNO MARTÍN

David Parker da una charla sobre los objetivos de exploración espacial de la ESA.  ESA
Los astronautas vuelven a la Luna. Ya es oficial. La semana pasada, llegó al Centro Espacial Kennedy, en Estados Unidos, el componente final de la nave Orion, un módulo de servicio puntero construido en Alemania por Airbus y la Agencia Espacial Europea (ESA). Con él, la NASA tiene reunidas todas las piezas para lanzar su programa de exploración del espacio profundo, el primero que enviará astronautas fuera de la órbita terrestre desde las misiones Apollo. Pero esta vez, quieren llegar más allá. Mediante la construcción de un “portal lunar” —una estación espacial en la órbita de la Luna— los estadounidenses y países colaboradores buscan establecer una base de operaciones en el espacio desde la que, finalmente, viajar a Marte.
 La colaboración es el factor clave que define la era inminente de exploración espacial. Europa ha demostrado su capacidad de desarrollo tecnológico con la construcción del módulo de servicio de la nave Orion, pero no cuenta con el presupuesto para lanzar a solas un programa de la envergadura del de la NASA. Durante el evento de presentación de la nueva nave espacial en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, EL PAÍS habla con David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA.


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